En la final de esta ruta tomando fotos sobre unas horas, a la vuelta no se me podía quedar atrás esta cascada sin fotografiar. Estaba lejos, pero la acerqué lo mejor posible con mi objetivo para poder ver detalladamente como rompían los chorros de agua en la montaña, fue impresionante. Aquel lugar fue un buen recuerdo para fotografiar, me transmitia tranquilidad y relajación el ruido de la caída del agua dando un aire fresco. Eso mismo quise transmitiros en esta foto.
Esta vez os sorprendo con algo distinto. Siempre tenemos la costumbre de fotografiar las flores a color, ya que nos dan alegría. En este caso quise capturarla en monocromo para dar otro aire diferente a la foto, de esta manera parece que nos transmite un aspecto de frialdad y melancolía, como si al verla tuviéramos la presencia cercana del otoño.
Su curioso nombre tiene explicación (Desde el mar) se debe a que este fotografía esta tomada al lado opuesto de la visión del mar, una idea diferente. Como me encotraba en una parte de la playa donde pude ver un ángulo de visión diferente intenté aprovecharlo al máximo, quise sacarle partido a todo. Jugando con sus sombras, sus tonos claros y oscuros, las rocas, a su vez el agua, las piedras del muro, todo eso me sirvió para crear un conjunto de tonos y formas, aproveché todo para obtener un bonito paisaje. En resumen una imagen con más de una dirección hacia donde mirar.
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